Guiso de patatas con chorizo.
Bueno, hoy una receta de cocina que en casa nos gusta muuuucho: patatas con chorizo!
Es una variación de las patatas a la Riojana a mi estilo. La verdad es que no tienen nada que ver con el guiso de patatas llamado a la Riojana, pero se me ocurrió hacerlas así y en casa nos encantan porque, de verdad, quedan exquisitas.
Bueno, ahí van! A ver si me explico bien y os gustan!!!!
Ésta es una receta muy fácil de hacer, muy socorrida, genial para días fríos y desapacibles de invierno, muy sabrosa, pero eso sí: NO se puede comer si se está haciendo dieta!!!
Aproveché el fin de semana que mi marido Iñaki se fue a Dublín con mi hijo Koldo para ir a pasar el fin de semana a casa de mi hermana Bego e inflarme a cocinar para ella y mi tío Iñaki que vive tres pisos encima de Bego junto con mi ama y mi tía. Uno de los platos que hice fue éste, que a mi tío Iñaki le gusta mucho.
Los ingredientes que necesitamos son:
- aceite de oliva virgen
- sal
- guindillas de cayena
- pimentón dulce
- 1 pimiento rojo hermoso
- 1 pimiento verde
- 6 ó 7 patatas de buena calidad
- 1 cabeza de ajos
- 1 lata de tomate natural triturado, no frito.
- Chorizo
El chorizo que siempre utilizo para cocinar es el chorizo Palacios. Es el que más me gusta, pero esto como todo, ya sabéis, a gusto del consumidor.
Como también me gusta la comida picante, para esta receta utilizo el chorizo Palacios picante, el que podéis ver en la foto.
Como el chorizo ya es picante y además le añado una guindillita de cayena, el pimentón que utilizo es dulce porque si utilizo el picante, luego no hay quien se coma las patatas!!!! Pero esto también a vuestro gusto. Si no os gusta el picante, chorizo normal y no uséis guindillas de cayena.
Bueno, empezamos troceando y pelando los ingredientes para dejar todo preparado.
Lo que siempre suelo hacer es pelar los pimientos rojos porque si no lo hacemos luego nos encontramos los trozos de piel de pimiento en el guiso y es muy desagradable.
Ahora es una maravilla pelar pimientos y tomates porque han sacado al mercado unos pela-tomates que son una maravilla. Yo tengo dos peladores diferentes pero para mí el mejor es, curiosamente, el más barato. Es de la marca Victorinox y cuesta un poco más que seis euros. Lo venden en ferreterías y de verdad que es un utensilio, para mí, indispensable en mi cocina.
Bueno, pues pelamos el pimiento rojo y lo troceamos en daditos.
El pimiento verde, por el contrario, no lo pelo porque su piel es tan fina que luego no se encuentra en el guiso una vez hecho. Lo que sí hacemos es picarlo en daditos, igual que el pimiento rojo.
También picamos finito toda la cabeza de ajo.
Cortamos en rodajas la mitad de la sarta del chorizo que vamos a utilizar.
Pelamos las patatas, las lavamos, escurrimos bien el agua y las troceamos cascando las patatas para que así tengan bordes irregulares.
El ajo lo picamos un poco más que los pimientos para que luego no se aprecie en el guiso. Es muy importante utilizar ajo en esta receta. También se podría utilizar cebolla, pero os aseguro que con sólo ajo las patatas quedan infinitamente más sabrosas.
Ponemos una cucharada de aceite en una cazuela al fuego, a eso del número 8.
Sofreímos los ajos, con cuidado de que no se quemen.
Cuando están sofritos pero no dorados, añadimos el chorizo.
Rehogamos los ajos con el chorizo, con cuidado siempre de que no se nos quemen los ajos. Si se nos queman, el guiso tendrá un sabor amargo desagradable, así que si se nos queman, mejor empezar de nuevo.
Una vez que tenemos rehogado el chorizo y los ajos, añadimos los dos pimientos y la guindilla de cayena, si nos gusta el picante. Y volvemos a rehogar.
Añadimos las patatas cascadas y rehogamos otra vez.
Una vez rehogada, añadimos un poco de sal. No mucha porque el chorizo ya es salado. Es mejor añadir poca y si nos hemos quedado cortos, ya añadiremos al final cuando probemos qué tal nos han quedado las patatas.
Añadimos la lata de tomate natural triturado. También se puede añadir tomate natural pero en ese caso, yo lo pelaría y lo trocearía antes de añadirlo.
Volvemos a rehogar con el tomate.
Cubrimos las patatas con agua.
Dejamos que hierva poniendo el fuego a tope.
Una vez que esté hirviendo bajamos el fuego del 9 al 8 y dejamos que las patatas se vayan haciendo y que el líquido se vaya consumiendo. Para ello, no tapamos la cazuela.
Dejamos que hierva.
Vamos viendo como el líquido va espesando y comprobamos si las patatas están hechas pinchando algún trozo grande.
Cuando las patatas ya estén hechas, las probamos, rectificamos de sal si es necesario y tenemos dos opciones.
- Si el líquido de las patatas está lo suficientemente gordito, las retiramos del fuego y las emplatamos.
- Si el líquido de las patatas no está lo suficientemente espeso:
- Sacamos con una espumadera las patatas a un bol y las reservamos.
- Dejamos hervir un rato más el líquido hasta que esté todo lo espeso que queramos sin que se nos pegue al fondo de la cazuela.
- Cuando ya tenga el espesor que nos gusta volvemos a echar las patatas que teníamos en un bol al líquido y ya tenemos nuestro guiso hecho
- Emplatamos o servimos.
(Es importante sacar las patatas si queremos espesar más el líquido porque si no lo hacemos, las patatas se nos desharán).
Y ya tenemos nuestras patatas con chorizo hechas.
La verdad es que estaban riquísimas!!!!
Lo malo es que hay que saltarse la dieta para poder comérselas...
Bueno, espero que os hayan gustado!!!!
La próxima entrada, alguna labor que estoy haciendo para el veranito... si es que llega!
Gabon.
